“Remar fuerte no sirve si el barco navega por el camino equivocado”, dice Keniche Ohmae. En la actualidad no basta con conocer y desarrollar mercados, estar motivados y/o tener vocación de éxito, hoy en día hay que conocer las reglas de juego mundiales y, sobre todo, prospectar los cambios que se esperan.
La organización y profesionalización son actividades imprescindibles para los recursos humanos, ya que están vinculadas, necesariamente, a toda la empresa. Son actividades que condicionan el resultado final de un producto o de un servicio.
Sin embargo, hasta hace relativamente poco tiempo, no se las había tenido en cuenta como factores clave de estudio prospectivo para la competitividad de las empresas. Esta nueva percepción se ha visto favorecida por los ajustes que se han tenido que hacer como consecuencia de la crisis que llevamos arrastrando, y por el aterrizaje en nuestro país de grandes empresas multinacionales, que han logrado ocupar un lugar preferente en relación a las propias compañías mexicanas.